miércoles, 3 de septiembre de 2014
sábado, 10 de mayo de 2014
La Doxa
Doxa (δόξα) es una palabra griega que se suele traducir por 'opinión'. Fue un concepto utilizado por Parménides,
al distinguir la «vía de la verdad» de la «vía de la opinión»,o un
conocimiento obtenido a partir de la experiencia y más tarde por Platón.
Según Platón la doxa' se trata de un conocimiento fenoménico y, en consecuencia, según él, engañoso. La doxa comprendería dos grados: eikasia (εἰκασία) y pistis (πίστις), es decir, imaginación y fe o creencia. Platón contrapone la doxa a la episteme; a veces esta última se traduce como conocimiento científico pero, según Platón, la episteme solo tiene desarrollo en el mundo de las ideas (conocimiento intelectual) y no el mundo sensible (conocimiento sensible).1
Platón criticaba la doxa, pero, sobre todo, despreciaba a quienes hacían del falso conocimiento y de la apariencia de sabiduría un medio de lucro personal o de ascendencia social. A estos personajes los denominaba doxóforos, «aquellos cuyas palabras en el Ágora van más rápidas que su pensamiento». Una definición que bien podría aplicarse hoy a la mayoría de los impropiamente llamados «tertulianos» en los medios de comunicación actuales, meros «profesionales de la opinión».
Según Platón la doxa' se trata de un conocimiento fenoménico y, en consecuencia, según él, engañoso. La doxa comprendería dos grados: eikasia (εἰκασία) y pistis (πίστις), es decir, imaginación y fe o creencia. Platón contrapone la doxa a la episteme; a veces esta última se traduce como conocimiento científico pero, según Platón, la episteme solo tiene desarrollo en el mundo de las ideas (conocimiento intelectual) y no el mundo sensible (conocimiento sensible).1
Platón criticaba la doxa, pero, sobre todo, despreciaba a quienes hacían del falso conocimiento y de la apariencia de sabiduría un medio de lucro personal o de ascendencia social. A estos personajes los denominaba doxóforos, «aquellos cuyas palabras en el Ágora van más rápidas que su pensamiento». Una definición que bien podría aplicarse hoy a la mayoría de los impropiamente llamados «tertulianos» en los medios de comunicación actuales, meros «profesionales de la opinión».
miércoles, 7 de mayo de 2014
TEXTO PROPUESTO DE FILOSOFIA
FILOSOFIA MODERNA
La filosofía
moderna abarca los comienzos
del Renacimiento y la Reforma Protestante hasta
los últimos años del siglo XX. Después de
XV siglos de filosofar acerca de cuestiones teológicas, surge un espíritu de
reacción de protesta en contra de la postura tradicional que había adoptado la
filosofía. Se considera a René Descartes, padre de
esta filosofía, pues su
genio lo condujo a la creación de una nueva cienciamatemática, la geometría analítica y
llegó a la conclusión de que para evitar el error no basta la inteligencia,
sino que hay que aplicarla adecuadamente, es decir requiere de un método.
Debemos advertir que se llama filosofía moderna NO a lo
que comienza con la historia moderna (que tiene su punto de partida en la toma
deConstantinopla] por los turcos). Sino que se considera filosofía
moderna a lo que comienza con Descartes. Lo característico de la filosofía
moderna desde Descartes hasta Husserl y todavía es
seguida por muchos filósofos, es que cambiaron el punto de partida de la
filosofía y en vez de ser el punto de partida la consideración del mundo
comenzaron por la consideración del conocimiento del mundo, que no es lo mismo
¿caracteristicas de la filosofia moderna?
Características
Podríamos señalar que las características que presenta la filosofía moderna, a grandes rasgos, son:
a) Desplazamiento de la cuestión teológica en favor de una mayor centralidad de los problemas de la naturaleza y el hombre.
Maticemos, desplazamiento, que no ruptura. Este desplazamiento se hace patente por la situación de crisis, pero un análisis riguroso nos hace ver que, en el fondo, la mayoría de los pensadores de la modernidad intentan, de una u otra forma, fundamentar su visión de la realidad en Dios.
De todas formas, hay una nueva forma de acercarse a la realidad en esta época de crisis. Ésta va a venir suministrada por la naciente ciencia (Galileo) que al hacer una interpretación mecanicista de la realidad física, le aporta una regularidad tal que de ella es posible un conocimiento firme, seguro, matemático, indudable. Éste comenzará a ser el paradigma nuevo del conocimiento y se buscará en todos los ámbitos una seguridad semejante a la aportada por él.
b) Insistencia en el sujeto humano como punto de partida del conocimiento. Ello supone el abandono de la tesis del realismo ingenuo de la Antigüedad y el Medioevo que sostenía que en el conocimiento se me da el objeto o cosa tal como es, y tal como sería aunque yo no lo conociera.
c) Primacía de la Gnoseología sobre la Ontología. Al desplazarse el interés de la realidad tal como es al sujeto. Lo que nos interesa fundamentalmente –y esta afirmación habría que matizarla mucho- es lo que el sujeto conoce. En consecuencia, la filosofía primera, el saber fundamental y fundante de los otros, ya no será la Ontología, reflexión sobre el ser, sino la Gnoseología o Teoría del Conocimiento, reflexión sobre el conocer. De ahí que, quizás, el primer problema que se plantearán los filósofos de la modernidad será el del alcance o límites de nuestras facultades cognoscitivas.
d) El concepto de verdad también varía. La verdad ya no es entendida en el sentido clásico de “adecuación de la cosa con el intelecto”. Aunque a veces se defina así o de forma parecida lo que se quiere decir es otra cosa. Las riendas del conocimiento y por tanto de la verdad, propiedad del conocimiento, ya no estarán en la cosa misma, sino en el propio intelecto del ser humano. Pero, ¿qué hay en el entendimiento que pueda darme noción de verdad? La certeza. Es decir, el sentimiento de seguridad que siempre acompaña a la posesión de la verdad. Aquí estará el punto arquimédico, por eso, habrá que buscar los rasgos de esa certeza que tienen que ser comunes a todos los seres cognoscentes.
Podríamos señalar que las características que presenta la filosofía moderna, a grandes rasgos, son:
a) Desplazamiento de la cuestión teológica en favor de una mayor centralidad de los problemas de la naturaleza y el hombre.
Maticemos, desplazamiento, que no ruptura. Este desplazamiento se hace patente por la situación de crisis, pero un análisis riguroso nos hace ver que, en el fondo, la mayoría de los pensadores de la modernidad intentan, de una u otra forma, fundamentar su visión de la realidad en Dios.
De todas formas, hay una nueva forma de acercarse a la realidad en esta época de crisis. Ésta va a venir suministrada por la naciente ciencia (Galileo) que al hacer una interpretación mecanicista de la realidad física, le aporta una regularidad tal que de ella es posible un conocimiento firme, seguro, matemático, indudable. Éste comenzará a ser el paradigma nuevo del conocimiento y se buscará en todos los ámbitos una seguridad semejante a la aportada por él.
b) Insistencia en el sujeto humano como punto de partida del conocimiento. Ello supone el abandono de la tesis del realismo ingenuo de la Antigüedad y el Medioevo que sostenía que en el conocimiento se me da el objeto o cosa tal como es, y tal como sería aunque yo no lo conociera.
c) Primacía de la Gnoseología sobre la Ontología. Al desplazarse el interés de la realidad tal como es al sujeto. Lo que nos interesa fundamentalmente –y esta afirmación habría que matizarla mucho- es lo que el sujeto conoce. En consecuencia, la filosofía primera, el saber fundamental y fundante de los otros, ya no será la Ontología, reflexión sobre el ser, sino la Gnoseología o Teoría del Conocimiento, reflexión sobre el conocer. De ahí que, quizás, el primer problema que se plantearán los filósofos de la modernidad será el del alcance o límites de nuestras facultades cognoscitivas.
d) El concepto de verdad también varía. La verdad ya no es entendida en el sentido clásico de “adecuación de la cosa con el intelecto”. Aunque a veces se defina así o de forma parecida lo que se quiere decir es otra cosa. Las riendas del conocimiento y por tanto de la verdad, propiedad del conocimiento, ya no estarán en la cosa misma, sino en el propio intelecto del ser humano. Pero, ¿qué hay en el entendimiento que pueda darme noción de verdad? La certeza. Es decir, el sentimiento de seguridad que siempre acompaña a la posesión de la verdad. Aquí estará el punto arquimédico, por eso, habrá que buscar los rasgos de esa certeza que tienen que ser comunes a todos los seres cognoscentes.
TEXTO PROPUESTO DE ECONOMÍA.
LA
INFLACCIÓN
La inflación, en economía, es el aumento
generalizado y sostenido de los precios del mercado en el transcurso de un
período de tiempo, generalmente un año. Cuando el nivel general de precios
sube, cada unidad de moneda alcanza para comprar menos bienes y servicios. Es
decir, que la inflación refleja la disminución del poder adquisitivo de la moneda:
una pérdida del valor real del medio interno de intercambio y unidad de medida
de una economía. Una medida frecuente de la inflación es el índice de precios,
que corresponde al porcentaje anualizado de la variación general de precios en
el tiempo (el más común es el índice de precios al consumo).
Los efectos de la inflación en una
economía son diversos, y pueden ser tanto positivos como negativos. Los efectos
negativos de la inflación incluyen la disminución del valor real de la moneda a
través del tiempo, el desaliento del ahorro y de la inversión debido a la
incertidumbre sobre el valor futuro del dinero, y la escasez de bienes. Los
efectos positivos incluyen la posibilidad de los bancos centrales de los
estados de ajustar las tasas de interés nominal con el propósito
de mitigar una recesión y de fomentar la inversión en proyectos de capital no monetarios.
Entre las corrientes económicas más
aceptadas existe generalmente consenso en que las tasas de inflación muy
elevadas y la hiperinflación son causadas por
un crecimiento excesivo de la oferta de dinero. Las opiniones sobre
los factores que determinan tasas bajas a moderadas de inflación son más
variadas. La inflación baja o moderada puede atribuirse a las fluctuaciones de
la demanda de bienes y servicios, o a cambios en los costos y suministros
disponibles (materias primas,energía, salarios, etc.), tanto así
como al crecimiento de la oferta monetaria. Sin embargo, existe consenso que un
largo período de inflación sostenida es causado cuando la emisión de dinero
crece a mayor velocidad que la tasa de crecimiento económico.
Hoy en día, la mayoría de las corrientes
económicas están a favor de una tasa pequeña y estable de inflación. Una
inflación pequeña (en vez de nula o negativa) puede reducir la severidad de las
recesiones económicas al permitir que el mercado laboral pueda adaptarse más
rápidamente en una crisis, y reducir el riesgo de que una trampa de liquidez
impida una política monetaria de estabilización de la economía. La tarea de
mantener la tasa de inflación baja y estable se asigna generalmente a las
autoridades monetarias de cada país. En general, estas autoridades monetarias
son los bancos centrales, que controlan el tamaño de la emisión monetaria
mediante la fijación de las tasas de interés, a través de transacciones en el
mercado de divisas, y mediante la creación de la banca de reservas.
Al índice negativo en la tasa de
inflación (una baja generalizada de los precios) se lo denomina deflación.
Índice
El término inflación se
refiere a los aumentos en la cantidad de dinero en circulación. Se utilizaba
para afirmar que la emisión de moneda había sido infladaartificialmente
por encima de las reservas que la respaldaban. Algunos economistas siguen
utilizando la palabra de esta manera. Sin embargo, el uso términoinflación cambió
gradualmente hasta terminar usándose de forma general para referirse al aumento
en el nivel de precios que aparecía como consecuencia de esa emisión, y
finalmente para referirse al aumento de precios en general.
Para diferenciar los usos del término,
un aumento en la oferta de dinero es ocasionalmente llamado inflación
monetaria. La subida de precios puede ser designada por el término
general inflación o, para diferenciar con mayor claridad los
dos usos, inflación de los precios. Los economistas generalmente
están de acuerdo que en el largo plazo, la inflación de precios elevada
es causada por la inflación monetaria (aumento de la oferta de
dinero). Sin embargo, para las variaciones deinflación de precios bajas
y las variaciones en el corto y mediano plazo, existen varias causas propuestas
por las distintas teorías económicas (ver #Causas de la
inflación).
Otros conceptos económicos relacionados
con la inflación son:
·
Reflación: intento de elevar el
nivel general de precios para contrarrestar las presiones deflacionarias.
Puesto que hay muchas medidas posibles
del nivel de precios, hay muchas medidas posibles de inflación de los precios.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC), el Índice de Precios al Consumo
Personal Gastos (PCEPI) y el deflactor del PIB son algunos ejemplos de los
índices de precios amplios. Sin embargo, la inflación también puede ser usada
para describir un nivel de precios en aumento dentro de un conjunto más
reducido de los activos, bienes o servicios dentro de la economía, como las
materias primas (incluidos alimentos, combustible, metales), los activos
financieros (tales como acciones, bonos y bienes inmuebles), los servicios
(tales como el entretenimiento y cuidado de la salud), o el trabajo.
La inflación subyacente es una medida de
la inflación para un subconjunto de los precios al consumidor que excluye los
precios de los alimentos y la energía, que suben y bajan más que otros precios
en el corto plazo. La Reserva Federal presta especial atención a la tasa de
inflación subyacente para obtener una mejor estimación de tendencias a largo
plazo la inflación futura en general.
La inflación se calcula generalmente
mediante la tasa de variación del índice de precios en el tiempo, por lo
general el Índice de Precios al Consumidor,que mide los precios de una
selección de bienes y servicios adquiridos por un consumidor medio.
Por ejemplo, en enero de 2007, el Índice
de Precios al Consumidor de los EE.UU. fue 202.416, y en enero de 2008 era
211.080. La fórmula para calcular el porcentaje de la tasa de inflación anual
del IPC a lo largo de 2007 es entonces
La tasa de inflación resultante del IPC
en el período de un año es de 4,28%. Es decir, el nivel general de precios a
los consumidores aumentó aproximadamente cuatro por ciento en 2007.
La inflación según la magnitud del
aumento suele clasificarse en distintas categorías:
·
Inflación moderada. La inflación moderada se refiere al
incremento de forma lenta de los precios. Cuando los precios son relativamente
estables, las personas se fían de este, colocando su dinero en cuentas de
banco. Ya sea en cuentas corrientes o en depósitos de ahorro de poco
rendimiento porque esto les permitirá que su dinero valga tanto como en un mes
o dentro de un año. En sí, las personas están dispuestas a comprometerse con su
dinero en contratos a largo plazo, porque piensan que el nivel de precios no se
alejará lo suficiente del valor de un bien que puedan vender o comprar.
·
Inflación galopante. La inflación galopante sucede cuando
los precios incrementan las tasas de dos o tres dígitos de 30, 120 ó 240% en un
plazo promedio de un año. Cuando se llega a establecer la inflación galopante
surgen grandes cambios económicos. Muchas veces en los contratos se puede
relacionar con un índice de precios o puede ser también a una moneda
extranjera, como por ejemplo el dólar. Dado que el dinero pierde su valor de
una manera muy rápida, las personas tratan de no tener más de lo necesario; es
decir, que mantiene la cantidad suficiente para vivir con lo indispensable para
el sustento de todos los seres.
·
Hiperinflación. Es una inflación anormal en exceso que
puede alcanzar hasta el 1000% anual. Este tipo de inflación anuncia que un país
está viviendo una severa crisis económica; debido a que el dinero pierde su
valor, el poder adquisitivo (la capacidad de comprar bienes y servicios con el
dinero) disminuye y la población busca gastar el dinero antes de que pierda
totalmente su valor. Este tipo de inflación suele deberse a que los gobiernos
financian sus gastos con emisión de dinero sin ningún tipo de control, o bien
porque no existe un buen sistema que regule los ingresos y egresos del Estado.
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Existen diferentes explicaciones sobre las
causas de la inflación, probablemente existen diversos tipos de procesos
económicos que producen inflación, y esa es una de las causas por las cuales
existen diversas explicaciones: cada explicación trata de dar cuenta de un
proceso generador de inflación diferente, aunque no existe una teoría unificada
que integre todos los procesos.
Índice de precios al consumidor (CPI), PIB real, M2 (escala logarítmica, ajustado a 1960) y velocidad monetaria, para laeconomía de Estados Unidos. La teoría monetaria
plantea que la velocidad de crecimiento monetario es aproximadamente
equivalente a la inflación menos el crecimiento real del PIB.
Uno de los esquemas explicativos más
aceptados sobre la causa de la inflación es la que indica simplemente que:
Donde:
·
es el precio de
los bienes de consumo;
·
es el monto que
representa la demanda agregada por bienes y servicios; y
·
representa el
suministro agregado de bienes de consumo.
Es decir, los precios subirán si el
agregado de suministro de bienes baja en relación a la demanda agregada por
dichos bienes. Siguiendo esta teoría la demanda agregada está basada
principalmente en el monto total de dinero existente en una economía, lo que se
traduce en que: al incrementarse la masa monetaria, la demanda de
bienes aumenta y si esta no viene acompañada de un incremento en la oferta, la
inflación surge.. La ecuación (*) está relacionada con
la ecuación de Cambridge (aunque se observan desviaciones respecto a las
predicciones de ambas ecuaciones hasta de un 50%, tal como muestra el gráfico
adjunto para la economía de Estados Unidos).
Existe otra teoría similar que relaciona
a la inflación con el incremento en la masa monetaria sobre la demanda por
dinero lo cual significaría que "la inflación es siempre un fenómeno
monetario" tal como lo afirma Milton Friedman. Siguiendo esta línea
de pensamiento, el control de la inflación descansa en la prudencia fiscal y
monetaria; es decir, el gobierno debe asegurarse de que no sea muy fácil
obtener préstamos, ni tampoco debe endeudarse él mismo significativamente. Por
tanto este enfoque resalta la importancia de controlar los déficits fiscales y
las tasas de interés, así como la productividad de la economía en cantidad de
bienes producidos a la demanda existente. Esta explicación requiere dos
suposiciones: que absolutamente todos los sectores productivos (alimentos,
vivienda, transporte, vestimenta, etc.) simultáneamente tengan problemas de
satisfacer la demanda y que los consumidores sigan demandando todos los
productos indiscriminadamente.
·
Inflación de costos (Cost push inflation),
producida cuando los costos se encarecen (por ejemplo, el precio del petróleo o
la mano de obra) y en un intento de mantener la tasa de beneficio los
productores incrementan los precios. Para que esta explicación sea viable se
debe suponer que los productores pueden trasladar los aumentos de precio sin
afectar la demanda y que los consumidores cuentan con el dinero suficiente para
pagar precios más altos.
·
Inflación autoconstruida (Build-in
inflation). Se trata de inflación inducida por expectativas adaptativas, a
menudo relacionadas con una espiral de ajustes de la relación precios-salarios.
Se produce cuando trabajadores tratan de mantener sus salarios por encima de
los precios (por encima del índice de inflación) para compensar las
expectativas inflacionarias a futuro con base en la inflación del presente, y
las empresas trasladan esta subida de costos laborales a sus consumidores a
través de la subida de precios, originando un círculo vicioso de inflación. La
inflación autoconstruida en un punto de tiempo refleja efectos inflacionarios
pasados.
Cualquiera de estos tipos de inflación
pueden darse en forma combinada. Sin embargo, las dos primeras mantenidas por
un período sustancial de tiempo dan origen a la tercera. En otras palabras, una
inflación elevada persistente originada por elementos monetarios o de costos da
lugar a una inflación de expectativas.
Esta teoría afirma que la inflación se
produce cuando el incremento en la masa monetaria excede la demanda de dinero. El valor de la
moneda entonces está determinada por estos dos factores. La inflación en los
años 1970 en EE.UU. se ve como causada por el
incremento en la masa monetaria que ocurrió tras la salida de este país de
los acuerdos de Bretton Woods, que sujetaba el
valor de la moneda al patrón oro. Según esta teoría, el incremento en la masa
monetaria no tiene efectos inflacionarios en la medida que la demanda de dinero
aumente proporcionalmente.
Esta teoría explicaría la baja en la
tasa de inflación en los años 1980 en EE.UU. debido a la expansión
económica que se produjo a raíz de la reducción en los impuestos. Se explica
esto indicando que una expansión en la economía origina un incremento en la
demanda de dinero, lo cual contrarresta el efecto inflacionario que normalmente
conlleva el aumento en la masa monetaria.
Trataba de explicar la inflación en los
países sudamericanos, donde las explicaciones relacionadas con la demanda o de
costes no pueden explicarla. Se trata de países muy dependientes de la
exportación de materias primas y que importan productos manufacturados. Cuando
baja el precio de las materias primas, se producen desequilibrios en sus
economías que les lleva a una espiral inflacionista.
La Escuela austríaca de economía, afirma que la inflación es el incremento de la oferta
monetaria por encima de la demanda de la gente. Los productores de bienes y
servicios demandan dinero por sus productos, si la generación de dinero es
mayor que la generación de riqueza, hay inflación. Por el contrario si la
oferta de moneda es menor que la demandada existe deflación. Como consecuencia
de la inflación se produce un efecto en cadena de distorsión de precios
relativos al alza, es decir que algunos precios suben más que otros. Si todos
los precios de la economía (incluido el salario) subieran uniformemente no
habría ningún problema, el problema surge por la subida no-uniforme. En los
procesos deflacionarios, la distorsión de precios relativos generada, es a la
baja. Esta teoría rechaza de plano la popular definición de "aumento
sostenido del nivel de precios" por lo anteriormente expuesto.
Esta escuela asigna la causa de la
inflación/deflación a la existencia de un monopolio emisor de moneda (Banco
Central). Como solución a la inflación propone la eliminación del monopolio
emisor de moneda, y liberar a los privados la impresión de la moneda, los que
competirían por tener la moneda más fuerte para permanecer en el mercado.
Propone volver a la moneda-mercancía, respaldando la moneda con algún activo
tangible (oro, plata, platino, etc). O por alguna combinación de varios
metales, con lo cual se minimiza la volatilidad que pudiera tener el valor del
dinero, como en el caso, por ejemplo de usar sólo oro, cuya volatilidad en el
precio es elevada por cuanto la gente tiende a refugiarse en él en épocas de
incertidumbre.
Un aumento en el nivel general de
precios implica una disminución del poder adquisitivo de la moneda. Es decir,
cuando el nivel general de precios sube, cada unidad monetaria permite comprar
menos bienes y servicios. El efecto de la inflación no se distribuye
uniformemente en la economía. Por ejemplo, los prestamistas o depositantes que
reciben una tasa fija de interés de los préstamos o depósitos pierden poder
adquisitivo de sus ingresos por intereses, mientras que los prestatarios se
benefician. Las personas e instituciones con activos en efectivo experimentará
una disminución de su poder adquisitivo. Los aumentos de salarios a los
trabajadores y los pagos de pensiones a menudo se mantienen por debajo de la
inflación, especialmente para aquellos con ingresos fijos.
Los deudores que poseen obligaciones
monetarias a tasas de interés nominal fijo, observan una reducción en la tasa
real proporcional a la tasa de inflación. El interés real de un préstamo, es la
tasa nominal menos la tasa de inflación aproximadamente. Por ejemplo, si
alguien toma un préstamo donde la tasa de interés establecida es del 6% y la
tasa de inflación es del 3%, la tasa de interés real que pagará por el préstamo
es del 3%. Los bancos y prestamistas pueden ajustar en ocasiones incluyendo una
prima de inflación en los costos de los préstamos del dinero mediante una tasa
inicial más alta o mediante el establecimiento de los intereses a una tasa
variable.
Las tasas de inflación elevadas e
impredecibles son consideradas nocivas para la economía. Añaden ineficiencias e
inestabilidad en el mercado, haciendo difícil la realización de presupuestos y
planes a largo plazo. La inflación puede actuar como un lastre para la
productividad de las empresas, que se ven obligadas a detraer capital destinado
a las producciones de bienes y servicios con el fin de recuperar las pérdidas
causadas por la inflación de la moneda. La incertidumbre sobre el futuro del
poder adquisitivo de la moneda desalienta la inversión y el ahorro.
La inflación puede también imponer
aumentos de impuestos ocultos: los ingresos inflados pueden implicar un aumento
de las tasas de impuesto sobre la renta si las escalas de impuestos no están
indexadas correctamente a la inflación. Sin embargo, tasas de inflación
moderadas no parecen tener efectos negativos sobre las economías, así un
estudio de Robert Barro, muestra que estadísticamente que una inflación inferior al 8-10% no
muestra correlación negativa con la tasa de crecimiento del país.1 Otros estudios
empíricos sitúan el umbral a partir del cual la inflación puede ser realmente
dañina en el 20 o el 40%.2 3
En primer lugar, el deterioro del valor
de la moneda es perjudicial para aquellas personas que cobran un salario fijo,
como los obreros y pensionados. Esa situación se denomina pérdida de poder
adquisitivo para los grupos sociales mencionados. A diferencia de otros con
ingresos móviles, estos ven cómo se va reduciendo su ingreso real mes a mes, al
comparar lo que podían adquirir con lo que pueden comprar tiempo después. Sin
embargo, debe señalarse que si los salarios son rápidamente ajustados a la
inflación se mitiga o elimina la pérdida de poder adquisitivo de algunos grupos
sociales.
Con alta inflación, el poder adquisitivo
se redistribuye desde las personas, empresas e instituciones con ingresos fijos
nominales, hacia las que tienen ingresos variables que pueden seguir el ritmo
de la inflación. Esta redistribución del poder de compra también se produce
entre los socios comerciales internacionales. Si existen tasas de cambio fijo, una economía con mayor inflación que otra hará que
las exportaciones de la primera sean más costosas, afectando la balanza
comercial. También pueden generarse efectos negativos para el comercio debido a
la inestabilidad en los precios de cambio de divisas.
La inflación es perjudicial para
aquellas personas acreedoras de montos fijos, ya que el valor real de la moneda
decrece con el tiempo y su poder de compra disminuirá. Contrariamente aquellos
deudores a tasa fija se verán beneficiados, ya que su pasivo real irá
disminuyendo.
Como consecuencia de los puntos
anteriores, surge lo que se suele denominar “inflación autoconstruida”. Este
fenómeno consiste en trasladar el aumento de precios hacia delante en el
tiempo, esto es así ya que las personas esperan que la inflación continúe como
en períodos anteriores. Así se genera un espiral inflacionario, en el que se
indexan contratos, se aumentan los sueldos y los precios por expectativas
futuras.
La inflación diferencial es una
situación en la que dos o más países, cuyas economías son fuertemente
dependientes o forman un área económica especial, presentan diferentes tasas de
incremento de precios. La inflación diferencial, especialmente si se sostiene
durante un período largo, provoca por lo general que el país con mayores tasas
de inflación sufra un aumento de costes de producción y consiguientemente
una pérdida de competitividad.
La alta inflación puede inducir a los
empleados a la demanda de un rápido aumento de salarios para mantenerse al día
con los precios al consumidor. En el caso de la negociación colectiva, el
crecimiento salarial se establecerá en función de las expectativas
inflacionarias, que será mayor cuando la inflación es alta. Esto puede provocar
una espiral de salarios. En cierto sentido, la inflación puede generar una
situación de inestabilidad que se retroalimenta: la inflación genera
expectativas de más inflación, lo que engendra a su vez una mayor inflación.
La gente tiende a comprar productos
duraderos y no perecederos para evitar en parte las pérdidas esperadas de la
disminución del poder adquisitivo de la moneda.
Si la inflación se torna fuera de
control (en aumento), puede interferir gravemente con el funcionamiento normal
de la economía, afectando su capacidad de producir y distribuir bienes. La
hiperinflación puede llevar al abandono de la utilización de la moneda como
medio de intercambio de bienes, derivando en las ineficiencias del trueque.
Un cambio en la oferta o demanda de un
bien normalmente modificará que su precio, señalando a los compradores y
vendedores que deben reasignar los recursos en respuesta a las nuevas
condiciones del mercado. Cuando los precios son inestables y cambian
marcadamente debido a la inflación, los cambios de precios debido a las señales
de oferta/demanda son difíciles de distinguir de los cambios de precios debido
a la inflación general. El resultado es una pérdida de eficiencia asignativa.
De acuerdo con la teoría austriaca del
ciclo económico, la inflación pone en marcha el ciclo económico. Los
economistas austriacos sostienen que este es el efecto más dañino de la
inflación. Según la teoría austriaca, las tasas de interés artificialmente
bajas y el aumento asociado de la oferta monetaria conducen préstamos
imprudentes altamente especulativas, lo que incrementa la probabilidad de malas
inversiones, que a largo plazo resultan ser insostenibles.
Los keynesianos creen que los salarios
nominales son rápidos para subir, pero lentos para ajustarse hacia la baja. Si
los salarios están sobrevaluados, esta diferencia de velocidad de ajuste
conduce a un desequilibrio prolongado, generando altas tasas de desempleo. Dado
que la inflación sería menor que el salario real, si los salarios nominales se
mantuvieran constantes, los keynesianos argumentan que un poco de inflación
sería buena para la economía ya que permitiría a los mercados de trabajo
alcanzar un equilibrio con mayor rapidez.
Las herramientas principales para el
control de la oferta de dinero son la capacidad de fijar la tasa de descuento,
la tasa a la cual los bancos pueden pedir prestado al banco central, y las
operaciones de mercado abierto que son las intervenciones del banco central en
el mercado de bonos con el objetivo de afectar las tasas de interés nominales.
Si una economía se encuentra en una recesión con un interés nominal bajo, entonces
el banco encuentra límites para reducir las tasas aún más con el fin de
estimular la economía (ya que las tasas negativas de interés nominal son
imposible). Esta situación se conoce como un trampa de liquidez. Un nivel
moderado de la inflación tiende a garantizar que las tasas nominales de interés
se mantengan bastante por encima de cero, de modo que, si surge la necesidad,
el banco puede reducir la tasa de interés nominal.
La experiencia concreta de países
concretos parece indicar que una inflación alta es compatible con el
crecimiento económico rápido. En las décadas de 1960 y 1970, Brasil presentó
una tasa media de inflación del 42%, pero fue una de las economías que más
rápidamente crecieron en el mundo, y su renta per cápita aumentó un 4,5% anual.4 Durante el mismo
período, los ingresos per cápita de Corea del Sur crecían el 7% anual, pese a
una tasa media de casi el 20%.4
Existen varias explicaciones de esto,
entre ellas está que con una inflación elevada la rendibilidad neta de las
inversiones financieras, que es igual al interés nominal menos la inflación,
decae mucho y en esas circunstancias la inversión no financiera en la economía
productiva es más atractiva. Por si fuera poco las políticas antiinflacionistas
pueden ser perjudiciales para la economía. Desde 1996, Brasil tras padecer una
hiperflación empezó a controlar subiendo los tipos de interés efectivos hasta el 10-12% (cifra entre las mayores del mundo), la
inflación cayó al 7,1% pero también se resintió el crecimiento que no pasó del
1,3%.4También Sudáfrica tuvo
una experiencia similar en 1994, cuando empezó a dar prioridad absoluta al
control de la inflación y elevó los tipos de interés a los niveles brasileños.
Se han usado y sugerido diferentes
métodos para detener la inflación. En casi todo el mundo, se ha impuesto la
política de control de la inflación, a pesar de que no existen pruebas de que
resulte dañina por debajo del 8-10%5 o incluso el 20
o 40% según otros estudios.6 De hecho la
priorización de medidas antiinflacionistas severas produjo efectos adversos en
Sudáfrica (1994) y Brasil (1996).4 Economistas institucionalistas como Ha-Joon Chang han señalado que
los partidarios delneoliberalismo han aprovechado el miedo justificado a la hiperinflación para impulsar
políticas antiinflacionistas excesivas (dados los niveles de inflación en
muchos lugares donde se han impulsado). El hincapié neoliberal en la reducción
de la inflación se justifica a que los activos financieros tienen tasas de
rentabilidad fijadas de modo nominal, por lo que la inflación reduce la
rentabilidad real, algo que perjudica a los inversores financieros, pero no
tanto a la población general.
Hoy en día, la herramienta principal
para controlar la inflación es la política monetaria. Los bancos centrales pueden influir
significativamente en este sentido fijando una tasa de interés más alta y
reduciendo la masa monetaria. Normalmente a un
objetivo de tasa de alrededor del 2% a 3% anual, y dentro de un rango objetivo
de baja inflación, en algún lugar entre el 2% al 6% anual.
Hay una serie de métodos que han sido
sugeridas para controlar la inflación. Los bancos centrales como la Reserva
Federal de EE.UU. pueden afectar la inflación en gran medida a través de las
tasas de interés y ajuste a través de otras operaciones. Las tasas de interés y
crecimiento lento de la oferta monetaria son las formas tradicionales a través
del cual los bancos centrales combaten o previenen la inflación, a pesar de que
tienen diferentes enfoques. Por ejemplo, algunos persiguen un objetivo de
inflación simétrico, mientras que otros sólo controlan la inflación cuando se
eleva por encima de un umbral aceptable.
Las políticas monetaristas enfatizan una
tasa de crecimiento del dinero constante y moderada. Los keynesianos hacen
hincapié en la reducción de la demanda agregada durante la expansión económica
y el aumento de la demanda durante las recesiones para mantener la inflación
estable. El control de la demanda agregada se puede lograr combinando la
política monetaria y la política fiscal (aumento de los impuestos o reducción
del gasto público para reducir la demanda).
Bajo un régimen de cambio de divisas
fijo, el valor de la moneda de un país queda vinculado al valor de otra moneda
o una canasta de otras monedas (o, a veces a otra medida de valor, como el oro
u otros comodities). Un tipo de cambio fijo se utiliza generalmente para
estabilizar el valor de una moneda, vinculándolo a otra moneda más estable.
Puede ser utilizado como un medio para controlar la inflación. Sin embargo,
cuando el valor de la moneda de referencia sube o baja, lo mismo ocurre con la
moneda vinculada. Esto esencialmente significa que la tasa de inflación en el
país, tipo de cambio fijo se determina por la tasa de inflación de la moneda a
la que se vincula.
Un tipo de cambio fijo impide que un
gobierno utilice la política monetaria nacional a fin de lograr la estabilidad
macroeconómica. Adicionalmente, puede exponer a los países al peligro de
ataques especulativos.
Con el acuerdo Bretton Woods, la mayoría
de los países usaba tasas fijas al valor del dólar de EE.UU. El acuerdo se
rompió en la década de 1970, y los países poco a poco se volcaron a tipos de
cambio flotantes. Sin embargo, en la última parte del siglo 20, algunos países
que sufrieron procesos hiperinflacionarios volvieron temporalmente a un tipo de
cambio fijo para estabilizar sus monedas. Esta política se utilizó en muchos
países de América del Sur (por ejemplo, Argentina 1991-2002, Bolivia, Brasil,
Chile y Venezuela).
El patrón oro es un sistema monetario en
el que los medios de intecambio de bienes y servicios es papel-moneda que puede
ser convertida libremente en cantidades de oro preestablecidas (u otras
mercancías con valor de mercado como por ejemplo, plata). El patrón específica
de qué forma el respaldo en oro se lleva a cabo, incluyendo la cantidad de
especie por cada unidad de papel moneda. La propia moneda no tiene valor
intrínseco, sino que es aceptada por los comerciantes, ya que pueden ser
redimidos por la cantidad en especie equivalente. Un certificado de plata
EE.UU., por ejemplo, podría ser canjeados por una verdadera pieza de plata.
El patrón oro fue abandonado
parcialmente a través de la adopción internacional del sistema de Bretton
Woods. Bajo este sistema todas las demás monedas importantes fueron atados a
tasa fija con el dólar, que a su vez estaba atado al oro a razón de 35 dólares
por onza. El sistema de Bretton Woods se rompió en 1971, y la mayoría de los
países empezaron a utilizar tasas flotantes entre el papel moneda y el
respaldado.
Las economías basadas en el patrón oro
rara vez experimentan una inflación por encima del 2 por ciento anual. Bajo el
patrón oro, la tasa de largo plazo de la inflación (o deflación) queda
determinada por la tasa de crecimiento de la oferta de oro en relación con la
producción total. Los críticos argumentan que esto puede provocar fluctuaciones
arbitrarias en la tasa de inflación, y que la política monetaria quedaría
fijada esencialmente por las políticas de minería.
Algunos autores creen que esta política
contribuyó a la Gran Depresión, mientras que otras
teorías, como la monetarista y la austríaca, disienten. Las hipótesis sobre las
causas de la Gran Depresión son motivo de
controversia.
Otro método utilizado a lo largo de la
historia para intentar frenar la inflación es el control sobre los salarios y sobre los
precios. Este método fue implantado, por ejemplo, por el gobierno de Nixon al principio de
la década de 1970 con resultados negativos.
Algunos economistas coinciden en afirmar
que los controles de precios no alcanzan sus objetivos de estabilidad de
precios y son contraproducentes pues distorsionan el funcionamiento de una
economía, promueven la escasez de productos y servicios y disminuyen su
calidad, entre otros efectos.
Otro problema es que el control de
precios y salarios es difícil en la práctica y requiere demasiados recursos de
inspección y sanción para que dichos controles no sean burlados por los agentes
económicos. A su vez, la imposibilidad de aumentar los precios en un período de
aumento de los costos de producción provoca escasez de bienes y servicios. Los
gobiernos frecuentemente intentan remediar la escasez mediante subsidios a los
bienes y servicios que perdieron rentabilidad por el incremento de costos y
precios fijos. La necesidad creciente de financiar mayores recursos en subsidios,
regulaciones, inspección y sanción generan una necesidad de expansión del
crédito y el gasto público y, por ende, una necesidad de incrementar la emisión
monetaria para financiar esa expansión, agravando la inflación.
La Teoría del Equilibrio Moneda
Precios7 propone que
cuando algún producto aumente su Precio todos, incluido el mismo producto,
deben absorber ese aumento. Por ejemplo, cuando la inflación
de un mes sea del 2 por ciento, todos los productos deben bajar 1,96 por
ciento, absorbiendo así ese aumento, logrando que el valor de la Moneda sea
constante, y no se devalúe. Así, se podrá adquirir menos de los productos que
aumentan su precio, pero se compensará al poder adquirir más de los productos
que bajan sus precios. Esta Teoría propone para ello la creación de un Ente
Regulador, en el cual los representantes de los empresarios, sindicalistas,
consumidores, y el Estado, acuerden los precios, tomando como base el valor de
la moneda, con el objetivo de evitar devaluar. Tiene algo en común con el Equilibrio de Nash, de la Teoría de Juegos.
Cuando la inflación desborda toda
posibilidad de control y planeamiento económico, se desata lo que se conoce
como proceso hiperinflacionario, en el cual la moneda
pierde su propiedad de reserva de valor y de unidad de medida. Es un proceso de
destrucción de la moneda. Se desata la estanflación (inflación con
estancamiento económico), y se hace imposible el cálculo y planeamiento
económico, lo cual lleva a destruir la economía. Entre los procesos
hiperinflacionarios más estudiados en el mundo[cita requerida] se encuentran
la Hiperinflación en la República de Weimar, la Hiperinflación argentina de 1989, la crisis económica
de 1998 en Rusia y el Crack de Wall Street en 1
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